Detrás de los sentidos
Si hubieses nacido sin sentidos. Sin vista, sin oído, sin tacto, sin gusto, sin olfato y sin los sentidos sutiles, que la ciencia ya reconoce; decidme: en caso de que os hubiesen mantenido vivos hasta el día de hoy: ¿donde estarías? ¿donde estarían tus padres? ¿que existencia podrías conocer?
La mente individualizada y la existencia que conoces depende íntimamente de los sentidos, de las impresiones previas producidas en la mente a través de los sentidos y de las nuevas impresiones que nos llegan y se comparan con impresiones anteriores. Por eso decimos que re-conocemos. Re-conocemos a un perro porque tenemos experiencias previas de un perro. Sin una experiencia previa con la que comparar, no somos capaces de re-conocer algo. Por eso se dice que solo un ladrón reconoce a otro ladrón.
¿Podemos ir más allá de este circuito de los sentidos, que es particular a la mente individualizada?
La respuestas es sí. Y la herramienta es la meditación. La meditación además eventualmente te pondrá en contacto con un diamante que existe en tu interior, el cristal más frágil y al mismo tiempo el más duro, capaz de penetrar cualquier otro. Frágil inocencia fundamental que es tu mayor fuerza. La del amor que fluye sin impedimento ninguno.
Que en el enlace de dos almas unidas en amor, no admita impedimento; no es amor el amor que cambia cuando la alteración encuentra, o que se adapta con el distanciamiento a distanciarse. No. Es un faro imperturbable que contempla tempestades sin estremecerse y es la estrella para los barcos sin rumbo. Su valía se desconoce, aún tomando su altura; No es amor el amor bufón del tiempo, aunque los rosados labios y mejillas la corva guadaña sieguen; el amor no se altera con sus breves horas y semanas sino que firme perdura hasta el borde del abismo. Si esto es erróneo y se me puede probar, Yo nunca nada escribí, ni nadie nunca amó.Traducción libre del soneto CXVI de William Shakespeare
Lee los pensamientos que trae Respuestas al corazón en la página 327. Prepárate para tu siembra, para la semilla que vas a entregar a la vida en los próximos días.
