La expansión de la consciencia se consigue a través de la meditación y el mindfulness. Es a través de la expansión de la consciencia como encontramos la belleza, incluso en las espinas que contribuyen a la totalidad de la rosa.
La meditación cambia la personalidad. Quita la dureza existente y aporta la dulzura. que inspira el amor: enseña cómo amar, el significado del amor e incluso cómo llegar a ser amor. Este es el cambio básico que el ser humano necesita hoy.
Si tienes un jarrón de agua sucia, ponlo debajo del grifo y abre el grifo. Al caer el agua limpia en el jarrón, la sucia se irá limpiando poco a poco, dejando sólo la limpia. Al hacer constantemente nuestras meditaciones, hacemos lo mismo, estamos añadiendo poder divino a la mente y al cuerpo. Las energías positivas, al ser más poderosas, expulsan a las negativas.
Es solamente cuando buceamos en nuestro interior y encontramos la realidad que hay en él que cesa el universo del exterior. No cesa con respecto a los componentes materiales que lo componen, sino que cesa en nuestra concepción.
Meditamos sin hacer esfuerzo, pero nuestra vida diaria debe estar llena de esfuerzo.
A través de la meditación, o de cualquier otra práctica espiritual que se te haya dado, vas más allá del reino de la mente, más allá del reino del cuerpo, vas más allá del reino de la relatividad más fina y te fundes con el absoluto, donde la experiencia no necesita un factor externo, donde la experiencia no necesita al experimentador, donde la experiencia se experimenta a sí misma. Eso es la bendición, eso es el amor que habla Cristo, y no es difícil llegar hasta él.
El valor de la meditación está en que no sólo mejora la calidad de la vida de uno, sino que también mejora la calidad del entorno.
Estamos intentando abrir la consciencia de una forma más directa, más rápida. Queremos encontrar la fuente de toda felicidad.
La meditación no es, y nunca puede ser, una forma de escapar de la realidad. Drogarse es escapar de la realidad, mientras que la meditación es una forma de hacer que te enfrentes con ella. Los esfuerzos de tomar drogas y de meditar son directamente opuestos: uno crea dependencia y el otro independencia.
Si eres cristiano, hazte un cristiano mejor; si eres budista, hazte un budista mejor; eres judío, hazte un mejor judío. Las prácticas de meditación no tienen nada que ver con la religión.
Nuestras prácticas de meditación están diseñadas para integrar la mente, el cuerpo y el espíritu de modo que podamos funcionar como seres totales. Entonces, incluso el acto sexual puede ser elevado de tal forma que se vuelve una meditación, un fusión completa.
Una experiencia bella y placentera que tengas en la meditación es producida solamente por bucear en un cierto nivel de la mente donde se almacenan las impresiones de las experiencias placenteras. Eso se proyecta en el nivel consciente y te sientes muy a gusto.
La meditación y las prácticas espirituales son una prevención, no una cura.
Cuando una persona entra en samadhi, si es una meditación real, no será consciente de su mente ni de su cuerpo. En ese momento el espíritu existe en si mismo: el cuerpo respira y la mente se queda vacía; como uno ha trascendido la mente y el cuerpo, hay un bache. Sólo cuando sales del samadhi te das cuenta: “He estado en samadhi”. La experiencia de ese samadhi es de alegría, de felicidad, es la percepción de ti mismo necesidad de reflexionar…. Pura luz.
El propósito de la meditación es experimentar la verdad, no saber acerca de la verdad: para eso vas a la universidad. Las universidades sólo os dirán de lo que trata, una cosa, lo que una cosa es. Lo que aprendemos a través de la meditación es a experimentar lo que la verdad es.
En una habitación a oscuras, no necesitamos analizar la mecánica de la oscuridad, encendemos la luz. Esto lo hacemos a través de la meditación, en donde llegamos a las capas más profundas de la mente, la fuente de la luz, y traemos la luz para desvanecer toda la oscuridad que existe en nuestras vidas.
Cuando es elegido adecuadamente por un Maestro espiritual, el mantra de una persona incorpora el momento en el que el alma individual salio del alma universal individualizándose. Esa misma acción ese mismo movimiento, creó un sonido. Así el mantra que se da a una persona incorpora el primer impulso de un ser individual desde que se individualizó, su estado presente de evolución y todo el rango de aquello que puede conseguir.
La meditación da a la mente la quietud para apartar ese universo completo que es la mente y permitir que la atraviese una fuerza más grande. Debido a esto, el corazón, núcleo de la personalidad, es el vehiculo o la entrada. Este proceso empieza a nivel de la mente, que hace concientemente el esfuerzo inicial, que requiere disciplina hasta que la mente llega a un nivel mas profundo. La mente consciente debe ignorar los depósitos de todos los samskaras presentes en el subconsciente para crear una vía directa al supraconsciente, el más fino nivel de relatividad que es el reflejo más verdadero de la luz. Cuando se alcanza este nivel, el reflejo brilla a través de la mente consciente y la llena de vida. Cuando la mente consciente se llena de vida por ese reflejo, extrae gradualmente de él la luz del espíritu. Entonces también la mente consciente puede experimentar el espíritu revelado, que siempre es revelado en el nivel más fino del supraconciente.
Las cosas en su nivel sutil son infinitamente más poderosas. Según vamos a la parte más profunda de la mente y reunimos mayor fuerza y poder, utilizamos esta fuerza para vencer los condicionamientos de la mente.
Cuando estás a la orilla del mar, el mar parece agitado, con las ola altas y turbulentas. Pero desde un avión a uno o dos kilómetros de altura el mar parece tranquilo. De la misma manera, cuando comenzamos a expandir nuestra consciencia a través de las prácticas de meditación, nuestros problemas diarios adquieren perspectiva.
Cuando una persona no tiene ninguna experiencia durante la meditación nunca debe sentir que no hace progresos… el progreso está presente.
Las visiones espectaculares en la meditación no son una señal. Estás simplemente despertando ciertas capas de la mente que producen todo tipo de estrellas y colores. Se puede lograr muy fácilmente con un mazazo en la cabeza.
La meditación es el camino fácil para limpiarse uno de samskaras, las impresiones que se han juntado en tu propio ego.
La meditación es como hacer una operación utilizando un anestésico de manera que no duela el limpiarse uno mismo. Pero si la operación se hiciese sin anestesia, el corte seria muy, muy doloroso.
Es bueno que experimentes todo un abanico de pensamientos y emociones durante la meditación. Es bueno en el sentido de que, sin sufrir, estás disolviendo las impresiones en vez de vivir esas experiencias en la vida diaria, donde podrían ser tan, tan dolorosas.
Mira ahora esta flor. Después de algunos meses de meditación adecuada, si ves la misma flor, tendrá cualidades distintas para ti. Será un medio de hacerte sentir una mayor alegría, y aprecio de la belleza que los sentidos anteriormente. De aquí el dicho: “La belleza está en el ojo del que mira”. Oímos muchas frases o dichos sencillos sin entender su verdadera profundidad, su verdadero valor.
La meditación adecuada crea esa apertura del corazón a través de la que buceas profundamente en tu interior, y buceando profundamente en tu interior desarrollas y expresas olas de amor más y más grandes en tu entorno y en tu hogar. La meditación hace la vida bella.
Son tales las fuerzas divinas que funcionan en estas prácticas, que despiertas lo dormido en tu interior: tú despiertas la belleza. La mayor parte de la gente vive la vida como un bello capullo, pero ese capullo tiene que ser nutrido y cuidado para que se abra y cumpla su dharma.
La meditación despierta virtudes y cualidades positivas en ti que necesitas hacer realidad.
El propósito de la meditación es crear armonía entre la mente, el cuerpo y el espíritu. La armonía ya existe, pero requiere el reconocimiento consciente y la experiencia. ¿Qué queremos decir con experimentar armonía? La respuesta es simple: sentir paz contigo mismo, tanta que puedan venir todos los problemas y tú permanecer tranquilo. Es como el poema de Kipling “Si” (If): todo puede volverse loco y girar a tu alrededor, y a pesar de ello tú conservar la paz y la tranquilidad. Esto es lo que la meditación trata de conseguir por medio del proceso sistemático de conducir a tu mente a capas más profundas de tu interior. Extraes automáticamente paz de tu calma interior.
Aunque esto sólo requiere aquietar la mente, no es todo lo que sucede. Al activar esa fuente interior en tu vida cotidiana, empiezas a vivir adaptado a las armoniosas leyes de la naturaleza, que son el más verdadero reflejo del Dios indescriptible. Porque estás trayendo ese recurso interno, la energía interior a tu estado de vigilia, esta se convierte entonces en un proceso espontáneo: ¡Vives a Dios!
Cuando una persona puede ejercitar su totalidad en cualquier acción, entonces estad seguros de que ésa es una forma de meditación.
La mayor parte de las personas no consiguen respuestas porque no se calman lo suficiente para que la respuesta venga. Cada uno de nosotros es responsable de esto. Si yo no obtengo la respuesta a un problema, soy yo, o algo en mi interior, lo que la bloquea y por eso no la obtengo.
Cada acción en la vida, cada pensamiento y cada palabra no es otra cosa que un mantra.
Todo mundo tiene la oportunidad, a través de las prácticas espirituales, de llegar a ser el Rey. Este es el verdadero significado de la oración diaria: “Venga a nosotros tu reino”. ¿A dónde debe venir el reino? Olvidaos de lo que hay a nuestro alrededor, que venga el reino aquí dentro y todo lo que está a nuestro alrededor se cuidará de si mismo. Encontrad el Reino en el interior, y el Reino exterior lo encontraréis automáticamente.
Durante el estado de vigilia, la meditación nos hace mirarnos al espejo sin tapujos y ver las faltas de nuestra vida. No sólo nos hace ver nuestras faltas, sino que la meditación también nos da la fuerza para superar esas faltas.
Hay una vía directa que va desde la pequeña mente consciente por las diversas capas del subconsciente y yendo mas allá incluso del supraconsciente para entrar en el área donde existe todo el conocimiento. Con la meditación adquirimos el acceso a este camino.
A medida que uno gana más y mayor energía del interior con la meditación, la vida se hace más alegre y pacifica porque la suciedad que hay en el interior de uno mismo se lava y se disuelve.
Con la meditación desarrollamos una apertura del corazón. También desarrollamos la expansión de la mente. De esta forma estamos más alerta de las cosas que elevan nuestras vidas trayéndonos la Gracia y una mayor felicidad.
Encontrar la felicidad real no es una búsqueda externa: es una búsqueda interna. Por eso meditamos.
La psicología moderna trata de investigar y de encontrar causas, nosotros no. ¿Por qué analizar las causas? Hay una forma a través de la cuál traemos esas energías que limpian la suciedad.
Si en esta habitación hay un montón de suciedad, ¿vas a analizar la suciedad o vas a traer la escoba? ¿Qué es mejor? ¿Qué sentido tiene decir que esto es polvo y que lo trajo el viento o que el bebé ensució aquello? Simplemente trae la escoba y bárrelo. Toma la vía directa. Tienes esa posibilidad.
A través de las prácticas espirituales estamos trabajando con energías. Estamos activando energías, pero activando energías densas para, de una forma muy sistemática, dirigirlas a alcanzar energías más y más sutiles que están en la mente. Porque la mente tiene varios estratos: el nivel consciente, el nivel subconsciente y el nivel supraconsciente.
La meditación no sólo te da consciencia… también te da sabiduría.